- Nosotros somos capaces de expresarnos con frases tales como: Yo no sé. Me equivoqué. Cometí un error. Lo siento. No puedo. Necesito ayuda. No me acuerdo. No entiendo. ¿Y qué? ¿A quién le importa? ¿Comparado con qué?
- Nosotros somos capaces de decir: Me duele. Me siento incómodo con lo que tú dijiste. Tengo miedo. Me siento triste. Me siento solo. Siento que quiero distraerme. Me siento tonto.
- Nosotros aceptamos que otros no necesitan sentirse felices siempre. Nosotros no intentamos cambiar sus sentimientos con lógica o distrayéndoles.
- Nosotros creemos que muchas personas pueden hacer todo lo que hacemos o la mayoría – tan bien o mejor que nosotros.
- Nosotros sabemos que otros tienen sus límites. Nosotros no esperamos predecir el futuro o leer las mentes. Nosotros sabemos que los fracasos y los proyectos incompletos son parte del proceso de aprendizaje. Nosotros nos damos cuenta que no importa cuán rápido o eficientemente trabajamos, sólo hay 24 horas en el día.
- Nosotros respetamos nuestro cuerpo en vez de luchar contra él. Nosotros nos damos cuenta que sentirnos enfermos o cansados es parte de la experiencia humana. Nosotros confiamos en la intuición, el tiempo y el ritmo interiores.
- Nosotros aceptamos que no a todos les caemos bien.
- Nosotros podemos negar responsabilidades o solicitudes. Nosotros podemos decir no sin sentirnos culpables. Nosotros nos cuidamos a nosotros mismos y damos de lo que nos sobra.
- Nosotros posponemos, delegamos y rebajamos los estándares, cuando es necesario.
- Nosotros nos damos cuenta que está bien ser inconsistentes. Nosotros hayamos nuestros errores como una constante fuente de humor.
- Mientras nos comunicamos, nosotros notamos los estados de ánimo de las personas y respondemos a ellos en vez de estar solo concentrados en el objetivo a alcanzar.
- Nosotros valoramos el gozo por encima de la eficiencia. Nosotros comprendemos la importancia descansar y jugar. Nosotros pensamos en el trabajo como una parte pero no como todo en la vida.
- Nosotros creemos que cada persona tiene un valor intrínseco, trabaje o no.
- Nosotros nos damos cuenta que adquirimos valor por cómo tratamos a otros, no por lo que tenemos o producimos o por cuán duro trabajamos. Nosotros sabemos que a las personas no les importa cuánto sabemos hasta que ellas saben cuánto nos importan.
- Nosotros nos damos cuenta que no podemos forzar el crecimiento. Nosotros sabemos que no podemos cambiar, controlar o salvar a nadie. Nosotros tenemos expectativas razonables con nosotros mismos y con otros.
- Nosotros vivimos en el presente sin lamentar el pasado o temer el futuro.
- Nosotros creemos que otros que son parte de un proyecto conjunto comparten la responsabilidad por lo malos o los buenos resultados.
- Nosotros aceptamos el cambio, lo inesperado y el conflicto como partes de la vida.
- Nosotros confiamos en el desarrollo de nuestra relación con nuestro Poder Superior, y abrazamos nuestra bondad y serenidad.