Los Regalos de Descansar

La mayoría de los adictos al trabajo desprecian o ignoran el descanso, pensando que es un desperdicio y no productivo. El descanso incluye dedicar suficiente tiempo para dormir por la noche, para siestas y descansos, para tiempo de silencio uno solo, o para sencillamente estar sentado o tumbado en quietud. Pasear en la playa o leer una novela de misterio puede ser relajante, pero no son descanso. Y tampoco lo es el tumbarnos despiertos preocupados.

El descanso es la «actividad» más importante que nosotros hacemos. Aquí están algunos de los regalos del descanso, si nosotros los aceptamos:

  1. RENOVACIÓN física y mental. No importa cuán placentera sea la actividad, la disfrutarás mucho más si estás descansado. Si estás cansado, tendrás que recurrir a la adrenalina para obtener energía. Incluso si nos ofrecen lo mejor, decimos que no si necesitamos descansar. El descanso es el mejor regalo que puedes darte a ti mismo.
  2. Experimentar nuestro SER. Estar solos con nosotros mismos sin la distracción de accesorios o actividades. Apreciando el placer de la soledad. Aprendiendo el arte de disfrutar de uno mismo.
  3. RALENTIZAMOS nuestro ritmo. Ganando un ritmo de respiración más sano.
  4. INTEGRANDO las interconexiones e impactos de nuestras acciones y las de los demás.
  5. Quietud para escuchar la GUIA de nuestro Poder Superior. Recordándonos a nosotros mismos nuestra espiritualidad y el ponernos fuera del camino del plan de Dios para nosotros. Notando cuando nosotros cambiamos del fluir al esfuerzo, de la voluntad de Dios a la voluntad propia, del dejar ir al intentar controlar.
  6. Ganamos PERSPECTIVA mediante retirándonos temporalmente. Destensándonos de estar sumamente enfocados. Observando dónde perdimos nuestra visión. Fijándonos en qué de lo que hacemos es innecesario. Recordándonos a nosotros mismos el ser selectivos. Estando en silencio para reflexionar acerca del significado profundo de los acontecimientos y las conversaciones.
  7. Dejando un espacio en nuestro día para SABOREAR cada acontecimiento. Digiriendo las impresiones. Refrescando nuestras percepciones y sentidos. Destensándonos del estar excesivamente concentrados.
  8. Nos percatamos antes de que RECAIGAMOS en el ego y la fuerza de voluntad. Mantenemos la consciencia de nuestras emociones y de las señales de nuestro cuerpo, incluyendo la de nuestro nivel energético. Cambiamos nuestros ensamientos por otros más saludables. Recuperando nuestra paciencia, flexibilidad, humor, sabiduría y creatividad.
  9. Cuando estamos enfermos, permitimos a nuestro cuerpo que se SANE a sí mismo.
  10. Cooperamos con el RITMO universal de la marea y el fluir, el invierno y el verano. Tratamos al tiempo como un amigo.